- En qué piensas?
- No entiendo.
- No entiendes porque no hay nada que entender, estás agotado, deberías recostarte y dormir unas horas, mañana será un día difícil. Poco a poco te sentirás mejor.
- Mañana? hablas como si solo me quedase un día de vida.
- De qué estás hablando? deberías calmarte, estás tomándolo de mala manera.
- Mañana? de mala manera? te das cuenta de todo lo que estás diciendo?
- Claro que sí, solo estoy tratando de ayudar!
- Ayudarme? pero si lo único que has hecho es decirme que pretenda que nada de esto es real, que descanse y que "mañana" será un día difícil... y el resto de días? acaso no has pensado en "pasado mañana, tal vez? estás haciendo cualquier cosa excepto ayudarme.
- Entonces, qué se supone que debo decirte?
- Qué se supone? Nada! que no hay nada que suponer, los hechos son como son... eso es todo. Has venido a verme porque de verdad quieres ayudarme o porque solo esperas mostrar tu abrazo hipócrita y decirme lo que todo el mundo dice... todos! gente con la que no he pasado mas allá del saludo y que ahora se cree con autoridad moral como para decirme de qué manera manejar esto y continuar... continuar?! continuar?! Pero si eso ni siquiera se acerca a lo que me sugieren con tanta seguridad! que haga de cuenta que esto no es lo que es y que pronto todo estará mejor... Cómo puede estar mejor lo que se deja en el olvido! patrañas!
- Estás siendo muy duro, deberías considerar mis buenas intenciones y dejarte ayudar!
- No se puede vivir de buenas intenciones! es que no te das cuenta?
- Escucha con atención porque esto te lo pienso decir solo una vez, me escuchaste? una vez!
- Qué quieres que haga?
- He perdido un gran amigo, lo ves? la primera persona de quien tengo memoria desde que empecé a caminar cuando llegué a este vecindario. Yo estaba temeroso, desconfiaba de todo y de todos, pensé que estaría aquí de forma pasajera y que me mudaría al poco tiempo, había salido de un vecindario del que nunca pensé salir porque creía que allá era feliz, sin embargo, cuando llegué la primera vez al pasar en mi coche, sin entender bien por qué y sin saber en qué dirección avanzar, él salió a ofrecerme su ayuda y me mostró la salida hacia la carretera inter-estatal que me conduciría de regreso a ese antiguo vecindario, al cual ya no deseo volver nunca mas.
Te das cuenta? bastaron unos minutos para que luego empiece a visitar este vecindario con frecuencia, hasta quedarme definitivamente; había encontrado algo que pensé que nunca más volvería a tener... amistad. Y ahora que mi gran amigo se ha marchado, no puedo simplemente dormir y esperar a que termine "mañana" solo porque será un día difícil, de hecho, el día de mañana es el que menos me preocupa. Lo que me agobia es el pensar que no hice lo suficiente por mi amigo, que muchas veces que discutimos fue porque me frustraba la idea de no poder ayudarlo en el momento oportuno, de querer hacer algo ahora mismo y que ya es demasiado tarde, de no saber si valió la pena toda su vida (...)
- No sé que decirte.
- No hace falta que digas nada, tan solo escucha y entiende. El verlo enfermar y padecer crónicamente durante un año entero fue muy doloroso, muchas veces le dije que debía cuidarse, que le diera a su malestar la importancia necesaria y que la trate con su especialista. Pero por ocuparme de "mis asuntos", olvidé lo valiosa que era su amistad y no hice nada! es que en el fondo pensaba que nunca iba a suceder esto! no estaba preparado! fue de golpe!
Ahora que mi gran amigo ha partido, siento que vuelvo a mi primer día en este vecindario, con la diferencia de que ahora tengo todos los recuerdos y enseñanzas que me dejó mi gran amigo, a quien quise como si fuera mi hermano. No dejo de pensar en que el mejor homenaje que le puedo hacer a su memoria, es cuidar de mí y buscar ser feliz con todos los sabios consejos y el afecto que me mostró. Pienso sin cesar en como hacer que mi vida entera valga la pena, que no me traicione a mi mismo y que deje de buscar la paz que hace pocos años descubrí.
- Entiendo como te sientes y lo que dices.
- Lo sé, pero tu idea de pretender que nada ha sucedido va en contra de lo que deseo vivir. El dolor es parte natural y necesaria de la vida cotidiana, es útil padecer un poco para que las cosas tengan mayor valor, preferiblemente, antes de la pérdida. Mi amigo me enseño que vale la pena vivir, no porque me resigne y trate de despojarme de lo que no puedo controlar o de lo que aparentemente no me da bienestar, sino que vale la pena vivir amando la vida, tal y cual es, con sus tristezas y alegrías, con las caídas y puestas en pie... mi gran amigo me enseño que es simplemente cuestión de aprender a vivir.
Comentarios
Publicar un comentario